ESCATOLOGÍA:

Del griego eskato: último, logo: palabra, saber. Es una doctrina religiosa acerca del último destino del mundo y de la humanidad, del fin del mundo y del  juicio final. La escatología estudia la lucha acerca de la lucha entre el principio del bien y el principio del mal, sobre el castigo de los pecadores y la recompensa de los justos.

1. Escatología del Antiguo Testamento

La Escatología del Antiguo Testamento, comprende un conjunto de esperanzas que tienen por objeto la suerte final de cada individuo y el porvenir del Pueblo Elegido.
En el Antiguo Testamento se dan las expresiones como: “al final de los día” (Gn. 49,1; Is. 2,2), “en aquel día” (Os. 2,20; oel 4,18). Tiene una tendencia a una transformación nueva y distinta de los hombres y de las cosas. El tiempo en el Antiguo Testamento es una realidad que está en el tiempo, pero que no se identifica con él, el tiempo está siendo transformada por la esperanza escatológica.
En el Antiguo Testamento se refiere a la suerte de cada uno y a la del pueblo de Israel, de los pueblos y de la humanidad. Está vinculada a la historia y a su pleno cumplimiento. Está basada en la interpretación de Dios en los hechos históricos y su manifestación. La experiencia de Dios en el pueblo de Israel está plasmada desde los orígenes hacia un futuro lleno de esperanza; la realidad del Nuevo Testamento en Jesucristo.



El mandato de Dios en la creación “sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra y dominadla” (Gn. 1,28). La fecundidad y el dominio son la esperanza del pueblo de Israel. El primer pecado cerró todas las puertas hacia todo porvenir de felicidad (Gn. 3, 1-8). Pero la promesa de Dios restauró ésta amistad, iniciando una nueva esperanza. El cumplimiento de la Promesa e ira dando según el Pueblo de Israel pueda ver la acción de Dios en su Historia. Impulsados por su fe, siempre en actitud de espera y tensión, asciende su intimidad con Dios.
La esperanza biológica de Abraham es escatológica como paternidad espiritual sin fronteras.
Dios escucho el clamor del Pueblo y lo liberó de la opresión egipcia, eligiendo a Moisés, conduciéndolos “en busca de la tierra buena y espaciosa a una tierra que mana leche y miel” (Ex. 3,8). Durante siglos la esperanza y la imagen escatológica fue la fundada en la alianza y todas las formas de prosperidad, así los bienes terrestres son bendición y dones de Dios. Por permanecer fiel a la promesa es que el Pueblo manifiesta “Dios está en medio de ellos” (Num. 23,21).



Con los profetas el pueblo adquirió una nueva imagen de la Esperanza, en Isaías en la figura del siervo de Yahveh, donde tendrá cabal cumplimiento en la muerte  de aquel que asumirá la justicia, la santidad y los sufrimientos del Pueblo elegido, Jesús de Nazaret.
Dios tuvo que que sancionar la infidelidad del Pueblo de Israel. Cuando cesen el pecado y la infidelidad resplandecerá el día de la esperanza y del triunfo. El Antiguo Testamento abre la escatología del Nuevo Testamento con la manifestación en la vida de los hombres y el ordenamiento universal.


2. Escatología del Nuevo Testamento

Centrada en la llegada del Mesías como sacerdote del linaje de Aarón, máxima expresión en el Mesías – Rey, esperanza escatológica dentro del judaísmo. El Nuevo Testamento entra en una escatología presente y futura sin tener una ruptura entre ambas, porque el acontecimiento salvífico es uno, el presagio de Hoy es el preámbulo del mañana, el futuro será la manifestación y la plena realización de una realidad actual.
La resurrección de los muertos, el juicio universal, la separación publica de los muertos, el reinado cósmico de Dios, son acontecimientos nuevos que manifiestan la acción definitiva de Dios. Estas cosas ya han sido determinadas por la obra de Cristo, quien con su resurrección nos hace participes de su gloria y está viniendo a nosotros hasta  el día de su manifestación en la Parusía.
La enseñanza del Nuevo Testamento es la perfecta integración entre el presente y el futuro de la esperanza escatológica. A través de una fe consiente podemos unir el presente con el futuro que hemos sido salvados en esperanza. Con Jesucristo ha llegado el fin de los tiempos, él mismo se refirió en palabras y obras al cumplimiento del mensaje profético. 
En las parábolas del Reino se hace referencia al juicio; los hombres serán juzgados según su fe y según las obras de amor hacia el prójimo, es el mensaje escatológico de Jesús que tiene repercusión en todos.
Según s. Pablo el bautizado está ya resucitado y el Espíritu es en él la primicia del mundo venidero. La esperanza cristiana garantizada por la muerte y la Resurrección de Cristo, es una ansiosa espera de la Parusía, de su manifestación gloriosa.
La enseñanza del Nuevo Testamento en Jesús es su perfecta vida en la tierra como verdadero Hombre y verdadero Dios. Nos ha dejado el Evangelio como guía y sostén de nuestra fe, y llegar a una Parusía plena. El cumplir el Evangelio es cumplir la esperanza de la escatología, es la fe firme en el Dios Amor y Padre, esperándonos con los brazos abiertos.

3. La Parusía como creación de un estilo de Vida

El Nuevo Testamento recoge el mensaje de la esperanza en una plenitud salvadora en el fin de los días. Con Jesús ha llegado ya el tiempo del cumplimiento y el fin de los días ha comenzado, pero no se ha clausurado. El hoy es presagio y preámbulo del mañana, el futuro será la manifestación y la plena realización de una realidad actual.
Los dones del Espíritu Santo, anunciados por los profetas, han desplegado su acción en la vida de los creyentes. Las comunidades experimentan en su espíritu las señales de la Salvación cumplida por el perdón, las exigencias de conversión, de oración y de comunión, el modo de vida de una comunidad de creyentes con la fe fundamentada en la escatología que Jesús vivió y nos dejó en el Evangelio por el Espíritu Santo; comunidad que conoce el propio tiempo, que la plenitud salvadora no ha llegado y que se debe vivir en actitud incesante de Esperanza.